1. Dialéctica de la intimidad: soledad y comunicación
Si sólo en la comunicación alcanzo la mismidad, hay en esa comunicación dos cosas: el ser yo conmigo mismo y el ser con el otro[1]. Yo soy autónomo si soy independiente y no me pierdo por entero en el otro; si me perdiera, la comunicación se anularía al mismo tiempo juntamente conmigo. Inversamente: si yo comienzo por aislarme, haciéndome radicalmente autónomo, la comunicación se empobrece y vacía; incluso pierdo la intimidad, la cual se me volatiliza en un vacío puntiforme.
Por tanto, si no hay soledad no hay mismidad; siempre que entendamos que la mismidad no es idéntica al estar aislado socialmente, sino a tener la más profunda relación con el otro.
Desde luego, poseer intimidad significa estar solo, pero de modo que en la vacía soledad todavía no está la mismidad conseguida, pues la soledad auténtica y plena reside en la conciencia de estar dispuesto para una realización existencial propia que únicamente acontece en la comunicación. Continuar leyendo