Una pieza clave de la filosofía de Santo Tomás de Aquino es la teoría aristotélica de los «opuestos», que en realidad son cuatro: contradictorios, contrarios, privativos y relativos. Sin esta teoría es imposible entender su teología, su antropología, su doctrina de la naturaleza, la realidad entera.
Porque los términos pueden «oponerse» o bien excluyéndose absolutamente, como el sí y el no (contradictorios); u oponiéndose relativamente, como el padre y el hijo (relación); u oponiéndose privativamente, como la visión y la ceguera (privación); o en fin, oponiéndose contrariamente, como lo pardo y lo blanco (contrarios), que no pueden coexistir en un mismo ser, pero su presencia se puede alternar en él. (Véase: Los Cuatro Opuestos, Castellano y Latin)