Fraternidad contra paternidad
Pedagogos, psicólogos y sociólogos aseguran que el “ideal” y el papel del padre está actualmente erosionado en la familia. Podría añadirse, desde una perspectiva política, y a la vista de la composición mayoritariamente masculina de cualquier Parlamento, que son los hombres quienes votan las leyes que –como las de la fecundación artificial y transferencia de embriones– consagran la marginalización del varón, el cual hace así secundario su papel de padre y se convierte en el «segundo sexo», expresión ésta que apenas hace algo más de medio siglo había utilizado la existencialista francesa Simone de Beauvoir para reivindicar el papel autosuficiente de la mujer y titular un famoso libro: Le deuxième sexe. El padre acabará siendo el sexo inútil, el molesto acompañante, sólo un recambio designado por la madre[1].
Pero esta situación psicológica y sociológica del padre es sólo superficial, consecuencia de un factor “ideal” o “ejemplar” y metafísico más hondo, localizable en el proceso emancipador de buena parte de la modernidad. Continuar leyendo