Mucho importa para un feliz fin, un buen principio. No hay lugar para enmendar en la segunda vez, lo que desacertó en la primera. Mucho pierde quien en el primer lance se pierde: no es perderse para aquel solo, perderse es para muchos que le sucedan después.
Todo lo humano depende de la opinión de los hombres: esta nace de lo que se oye y se ve; cuesta mucho de vencer una opinión ya fundada. Son fáciles en tomarla los hombres; pero no sin mucha dificultad la dejan. El primer concepto que se imprime en el alma, parece que se cincela en bronce; y así son precisos muchos actos contrarios, primero para borrar el primero, y después para imprimir el segundo. Continuar leyendo